Soy un estudiante de grado que tiene que entregar semanalmente sus problemas. A menudo, si empiezo el conjunto de problemas con antelación y lo pienso un poco cada día, puedo resolver todos los problemas. Pero otras veces se hace evidente rápidamente que uno o dos problemas van a ser un punto de fricción para mí y que salir del atolladero no va a ser fácil.
En última instancia, existen mecanismos de seguridad para estas situaciones: Puedo preguntar a un amigo, ir a una sesión de tutoría, ir a las horas de oficina o buscar pistas en la web. Pero prefiero resolver el problema por mi cuenta, lo que significa que a veces dedico mucho tiempo a un solo problema cuya recompensa (en términos de mayor comprensión conceptual) es pequeña.
En mi propia vida, el momento en que decida dejar de trabajar en el problema dependerá de una serie de factores: lo estresado que esté, si siento que todavía tengo ideas, lo pronto que se debe entregar el conjunto de problemas, etc. En la actualidad, simplemente hago un juicio subjetivo sobre el valor relativo de seguir adelante y entonces decido dejarlo o continuar. Pero me preguntaba si alguien tiene alguna heurística más definida que utilice para decidir cuándo pedir ayuda.
Nótese que me refiero a las dificultades con problemas concretos, no a las dificultades con los conceptos subyacentes, que normalmente trataría de resolver lo antes posible (en lugar de trabajar en ellos durante varios días). Esto me parece razonable porque entender los enunciados de los teoremas o las técnicas utilizadas es fundamental para dominar el material, mientras que un problema difícil de los deberes no es tan crucial para su comprensión.