El cambio de entropía entre dos estados de equilibrio termodinámico de un sistema definitivamente puede medirse directamente experimentalmente. Para ello, uno necesita idear (crear en la mente) un camino reversible entre los estados inicial y final. Cualquier camino reversible conveniente servirá, ya que la integral de dq/T es la misma para todos los caminos reversibles. Por lo tanto, hay que identificar un camino que sea fácil de implementar, y para el cual el flujo de calor se pueda medir fácilmente (digamos, por cambio de fase en un reservorio). El experimento tiene que realizarse en condiciones lo más reversibles posible, ya que, en el mundo real, no hay un camino perfectamente reversible. La parte difícil sería medir la cantidad de flujo de calor. En algunos casos específicos podría hacerse indirectamente, como en la expansión cuasiestática isotérmica de un gas (por ejemplo, en contacto con un baño de calor), donde la cantidad de trabajo medida (determinada, por ejemplo, al retirar gradualmente pequeños pesos de un pistón) sería igual a la cantidad de calor agregado. Por supuesto, en muchos casos, es mucho más fácil calcular el cambio de entropía (basado en caminos reversibles identificables) que medirlo. En mi opinión, idear un método para que el flujo de calor ocurra gradualmente y medir cuantitativamente el flujo de calor directamente sería la parte difícil.