¿No había un matemático que estaba convencido de que "dios" iba a por él? Cuando viajaba por mar, escribía a un amigo una carta en la que le decía que por fin había demostrado un teorema difícil (aunque no lo había hecho). Su razonamiento era que siempre llegaría a su destino sano y salvo, ya que dios no podía soportar que muriera en el peligroso viaje y dejar al resto del mundo pensando que realmente había dado con la prueba... También había alguna historia sobre los días de lluvia y los juegos deportivos, pero no lo recuerdo.
¿Quién era? Intenté buscar con Google, pero no encontré nada y no sabía exactamente qué buscar...