Para hacer las cosas un poco más natural, voy a considerar la ecuación f′(x)=f(x−a), a>0. Como se observa en los comentarios, esto es una (lineal) retraso de la ecuación diferencial. Dada una función continua ϕ:[−a,0]→R, existe una única función continua f:[−a,∞)→R, con continuas derivado en (0,∞), de tal manera que f(x)=ϕ(x)x∈[−a,0]f′(x)=f(x−a)x>0.
La solución de f está construido de forma recursiva en los intervalos [na,(n+1)a], n=0,1,2…
Si x∈[0,a], luego
f(x)=f(0)+∫x0f′(t)dt=f(0)+∫x0f(t−a)dt=ϕ(0)+∫x−aϕ(t)dt.
Si x∈[a,2a], luego
f(x)=f(a)+∫xaf′(t)dt=f(a)+∫xaf(t−a)dt=f(a)+∫−x0f(t)dt,
que está bien definida, ya que en el paso anterior hemos calculado f[0,a].
Iterando este procedimiento, podemos encontrar f sobre cualquier intervalo de [0,na]. Sólo en raras ocasiones es posible obtener un cerrado fórmula para f.
Ejemplo: a=1, ϕ(x)=x2.
Para x∈[0,1]
f(x)=ϕ(0)+∫x−1−1t2dt=x−x2+x33.
Para x∈[1,2]
f(x)=f(1)+∫x−10(t−t2+t33.)dt=54−7x3+2x2−2x33+x412.
Para x∈[2,3]
f(x)=f(2)+∫x−11f(t)dt=x560−x44+3x32−13x23+19x3−19760.
El gráfico muestra la suavidad de f.
![$f$ (black), $f'$ (red) and $f''$ (blue)]]()