Si $g$ es el débil derivado de la $f$, luego el Teorema Fundamental del Cálculo se tiene:
$$f(b)-f(a) = \int_a^b g(x)\,dx \tag{1}$$
Así, aunque el $g$ no puede tener éxito en la expresión de los infinitesimales de la tasa de cambio de $f$ en cada punto, se capta la tasa de cambio de $f$ sobre todos los no-infinitesimal de la escala.
Para el propósito de la estimación de $f$, propiedad de $(1)$ es casi tan bueno como tener clásica derivados. Por ejemplo, si $g$ pasa a ser de cuadrado integrable, podemos escribir
$$|f(b)-f(a)| \le \int_a^b |g(x)|\,dx \le\sqrt{b-a} \sqrt{\int_a^b |g(x)|^2\,dx}$$
y a la conclusión de que $f$ es Hölder continua con exponente $1/2$.
Para otros fines, como localizar el máximo o mínimo de $f$, la debilidad de la derivada no es la herramienta correcta. Para que uno podría utilizar otro generalizado concepto de derivada (Subderivative).