Tiene una sombra, pero es muy tenue. Cuando se tiene una fuente de luz puntual, ésta proyecta una fuerte sombra (que en realidad es una imagen del objeto que la proyecta). A medida que la fuente de luz se hace más grande ("extendida" es la palabra), se acaba teniendo una sombra que está compuesta por "muchas sombras superpuestas", lo que hace que los bordes parezcan borrosos.
Si tienes un tubo fluorescente, puedes comprobarlo sujetando un palo ancho (tal vez un bate de cricket) paralelo al tubo y cerca del suelo: ahora verás una sombra, ya que el tubo es más estrecho en una dirección. Si giras el bate 90º, de modo que quede perpendicular al tubo, la sombra será mucho menos intensa.
Esta imagen muestra cómo una fuente pequeña hace una sombra - cuando haces la fuente más grande, el borde se vuelve más "suave" hasta que la sombra parece desaparecer. Por cierto, esta es la razón por la que existen bombillas esmeriladas, pantallas de lámparas y reflectores: suele ser mejor que las sombras sean más suaves (para que se vea en todas partes y no sólo en la luz directa).