La mayoría de los experimentos destinados a medir la constante gravitacional utilizan configuraciones muy complejas que involucran bolas suspendidas (experimentos tipo Cavendish).
Sin embargo, este no es exactamente el escenario ideal, y de hecho, Big G es una de las constantes menos conocidas. Los mayores problemas con la configuración de Cavendish son:
- Las fuerzas son realmente diminutas
- Cada objeto en la habitación influye en el experimento (incluidos los científicos que caminan en la habitación, cuya masa a menudo es mayor que las masas de prueba utilizadas)
- Una esfera no es la forma ideal para medir una fuerza que disminuye con el cuadrado de la distancia; una placa lo es.
¿Por qué nadie utiliza la siguiente configuración?
Una placa de plomo de $1\,\mathrm{m} \times 1\,\mathrm{m} \times 0.1\,\mathrm{m}$ está en reposo sobre una balanza.
Después de que su peso se haya medido con precisión, otra placa similar se desliza justo debajo de ella.
Si la distancia entre las dos placas está dentro de $1\,\mathrm{cm}$, la primera placa debería volverse 0.35 gramos más pesada, lo cual está dentro del rango de balances de alta precisión.
O, aún mejor, usar mercurio líquido en lugar de una placa deslizable debería resolver todos los problemas prácticos relacionados con mover pesos pesados.
EDITAR
Aparentemente alguien ha intentado realizar una medición similar utilizando 7 toneladas de mercurio (ver este artículo para más detalles).