No estoy seguro de si este teorema decepcionó a los matemáticos, pero desde luego defraudó a los marinos, los militares y a cualquiera que esperara un mapa perfecto e impecable de la Tierra. Cuando alguien crea un mapa plano, pretende que represente fielmente la Tierra preservando ciertas propiedades físicas como la distancia, los ángulos o el área. En cada caso, la cartografía inducida entre la Tierra y el mapa se conoce como isométrica, conforme o equiareal, respectivamente.
- La proyección Mercator conserva las direcciones y las formas, pero distorsiona las zonas al alejarse del ecuador.
- La proyección de Peters conserva las áreas pero distorsiona las formas.
- La proyección Robinson pretende equilibrar varias propiedades, pero no preserva ninguna de ellas a la perfección.
Sin embargo, Carl Friedrich Gauss demostró que no hay esperanza para los mapas que conservan la distancia, ni siquiera a pequeña escala. En la terminología matemática moderna, su célebre teorema (Theorema Egregium) puede expresarse así: La curvatura gaussiana de una superficie es invariante bajo isometría local.