¿Alguien cree realmente que una persona que se esfuerza por comprender la idea básica de una función se verá iluminada por la metáfora de la entrada y la salida, los tecnicismos de la teoría de conjuntos, los puntos finos de la terminología y la notación, las definiciones oscuras que distinguen una ecuación de una función, las "definiciones formales", la mención de las derivadas, etc.?
Después de conocer las cantidades, surge la interesante pregunta de cómo podemos afirmar que dos no especificadas pueden estar relacionadas. Nuestro mundo está lleno de cantidades RELACIONADAS, como el área de un círculo y su radio, cómo se relaciona el peso de una cantidad de agua con su volumen, etcétera.
La respuesta más sencilla a esta pregunta es utilizar un símbolo no numérico para representar una de las cantidades y, a continuación, mostrar las operaciones con ese símbolo que producen la cantidad relacionada. Este objeto matemático se llama "expresión". Este es el origen de la idea de que una cantidad da lugar a la otra.
Algunas relaciones no pueden expresarse mediante una expresión que utilice operaciones aritméticas básicas, por lo que las definimos por otros medios, como las series, y les damos un nombre, por ejemplo, las funciones trigonométricas.
La idea de nombrar explícitamente la llamada "variable dependiente" surgió al darse cuenta de que nos permite expresar una función como lo que se denomina una "función implícita", lo que significa que ambas variables aparecen en una expresión, como xy=1. En ocasiones, éstas pueden convertirse en lo que se denomina una "ecuación de función explícita" de la forma y es igual a una expresión en x.
Existen otras formas de funciones que incluyen tablas, funciones compuestas, gráficas (curvas en un espacio de coordenadas), series infinitas de expresiones, algoritmos verbales o programas de ordenador donde describimos los pasos para convertir la variable en su cantidad relacionada, soluciones de ecuaciones diferenciales con condiciones, funciones dadas por integrales, nomogramas, y otras.
También hay muchos otros aspectos de las funciones, como las funciones inversas, las funciones definidas a trozos, las funciones simétricas y otros tipos de funciones, clasificadas de distintas maneras. Las funciones tienen propiedades. El cálculo diferencial se ocupa de una de sus propiedades.
Cuando es deseable decir que existe una función que no estamos especificando, utilizamos la notación f(x) como sustituto de y.
Como ya han dicho otros, x e y son meras convenciones.
Hay muchos detalles en cada una de estas representaciones y aspectos de las funciones, todos perfectamente sensatos; pero hay que explicitar el sentido.
La gran pena es que no disponemos de una ciencia de la explicación.