Así que primero planteé a mi clase el siguiente problema: Calcular $$\lim_{h\rightarrow 0} \frac{\frac{1}{3+h} - \frac{1}{3}}{h}.$$ Al comprobar que no podían hacerlo (lo cual no es ninguna sorpresa), les pedí que calcularan $\frac{1}{3.01}-\frac{1}{3}$ con la esperanza de que reconocieran el núcleo del primer problema en el segundo, y con la esperanza de indicar que es perfectamente razonable que un estudiante que entra en la universidad sea capaz de sumar fracciones.
Un número inquietantemente elevado de alumnos no pudo realizar este último cálculo aritmético a pesar de que yo había hecho comentarios sobre cómo sumar fracciones en clase.
Imagino que mi experiencia no es única. Y creo que el foro actual puede tener un número de lectores lo suficientemente amplio como para emitir una opinión informada sobre si el uso de la calculadora inhibe o no la capacidad algebraica. Si no es la calculadora, ¿cuál es la causa?