Cada gran profesor tiene su propio estilo y filosofía de enseñanza, pero aquí van algunas ideas sobre las cosas que creo que hacen a un buen profesor (algunas más específicas de matemáticas y otras menos).
Creo que los buenos profesores respetan a sus alumnos. Creo que los profesores pueden implicar eficazmente a los alumnos tratando la enseñanza y el aprendizaje como un proceso de colaboración y mostrando a sus alumnos que sus pensamientos y opiniones son valorados. Puede ser una motivación muy buena para los alumnos sentir que están trabajando con a su profesor para desarrollar su comprensión.
A partir de ahí, creo que los buenos profesores pueden hacer hablar a sus alumnos. Hacer que los alumnos pregunten y respondan sobre el material que se está tratando es una forma estupenda de hacerles reflexionar sobre las ideas por sí mismos. Además, algunos profesores animan a sus alumnos a hablar entre ellos, y creo que es una forma estupenda de mostrarles lo mucho que pueden aprender unos de otros, independientemente de su profesor.
En este sentido, los grandes profesores deben plantear retos a sus alumnos. Deben animar a sus alumnos a salir de la mentalidad de "sólo sé lo que mi profesor me dice". En matemáticas, creo que muchos estudiantes acaban esperando que todos los problemas que encuentran sean similares a algún ejemplo que les han enseñado. Una habilidad inestimable que los grandes profesores transmiten a sus alumnos es la capacidad de tomar sus conocimientos y habilidades y aplicarlos en situaciones desconocidas. Es importante demostrar a los alumnos que pueden hacer las cosas por sí mismos.
Los grandes profesores animan positivamente y reconocen su mérito. Cuando estás aprendiendo algo, puede ser difícil hacer balance de lo que has avanzado o de si sabes más que hace semanas o meses. Por eso es importante que los profesores lleven un registro de los progresos de sus alumnos y se lo comuniquen.
Especialmente en matemáticas, creo que los buenos profesores motivan y explican la materia. Es muy fácil dejarse atrapar por fórmulas y teoremas e ignorar de dónde vienen, pero es muy importante asegurarse de que los alumnos se dan cuenta de que las matemáticas no surgen de la nada. Incluso en los casos en que las explicaciones rigurosas están un poco más allá de los alumnos, los buenos profesores pueden apelar a la intuición de sus estudiantes y darles ideas básicas sobre por qué las cosas son ciertas. Ser capaz de mostrar a los alumnos que las matemáticas tienen que ver con la lógica y el razonamiento, y que deberían tener sentido, creo que es la marca de un profesor realmente increíble".