Esta convención obedece únicamente a razones históricas. En los primeros tiempos de la RMN, existían diversas formas de comunicar los datos de RMN; los valores de las "constantes de blindaje" de los núcleos eran los que más interesaban, en lugar de lo que comúnmente denominamos desplazamientos químicos. Las dos escalas más comunes eran la tau y la delta. La escala tau presentaba los desplazamientos químicos en la dirección opuesta, con constantes de blindaje crecientes de izquierda a derecha.
Una tercera escala, la escala sigma, se utilizó con mucha frecuencia, especialmente en los análisis heteronucleares, y de nuevo la constante de blindaje aumentaba hacia la derecha. Esta escala era la preferida por los teóricos, ya que solía ser una medida directa de la constante de blindaje.
Hasta que la IUPAC formuló sus recomendaciones iniciales en 1970, en la bibliografía se solía encontrar una mezcla de valores tau y delta. Se trataba de adoptar la escala delta e informar del desplazamiento químico relativo al TMS en delta 0ppm, como valores de desplazamiento químico, que son adimensionales y, por tanto, independientes del campo.