Hay una fuerza externa. Cuando el niño corre dentro de la cuna, la parte inferior de la cuna empuja contra su pie; el pie y la cuna se acoplan mediante fricción estática. A su vez, la propia cuna está unida al suelo por fricción. Por tanto, existe una fuerza que actúa entre el suelo y el pie, a través de la cuna. Esta fuerza acelera el cuerpo del niño, que puede golpear la pared de la cuna, transfiriéndole parte de su impulso. En un diagrama de cuerpo libre de la cuna y el niño, esto aparecería como una fuerza externa.
Lo que tenemos que explicar es cómo una fuerza externa que actúa sobre la cuna mueve al individuo que está dentro de ella a través de su pie, dado que la cuna no se mueve (en ese momento), y tampoco lo hace su pie La respuesta es que no. La fricción impide el movimiento hacia atrás de la cuna cuando el niño empieza a caer.
Tenemos que explicar el caminar.
¿Cómo genera una fuerza externa cuando camina? Caminar comienza con una caída. Te inclinas ligeramente hacia delante, rompiendo el equilibrio, y empiezas a caer. Al mismo tiempo, levantas un pie y extiendes esa pierna; la caída se acelera. Finalmente, el pie libre se planta para evitar una caída completa; y el centro de gravedad salta sobre esa pierna.
En ausencia de fricción, el pie en reposo se deslizaría hacia atrás y el centro de gravedad del cuerpo caería directamente hacia abajo. Como hay fricción, el pie en reposo permanece plantado y actúa como un pivote; se genera una fuerza entre el pie y el suelo que desvía el centro de gravedad para que caiga en la dirección de la marcha en lugar de hacia abajo. En un diagrama de cuerpo libre de la persona, esto aparecería como la fuerza externa que genera el movimiento desplazado,.
El resto de la marcha no es más que una secuencia de caídas controladas, con un aporte de energía para contrarrestar las pérdidas.
Por lo tanto, de vuelta a la cuna. Si no hubiera fricción entre la cuna y el suelo (pero sí la habitual entre el pie y la cuna), lo que ocurriría cuando el niño empezara a moverse es que la cuna se movería en sentido contrario. Cuando el niño choca contra la pared de la cuna, el movimiento se detiene. Habría un desplazamiento neto de la cuna, pero el centro de masa del sistema cuna-niño no iría a ninguna parte.