Estoy muy emocionado por esto, porque puedo hacer referencia a la todopoderosa rueda de color. Aviso: esta respuesta es mucho más cualitativa que cuantitativa, pero a veces es más interesante.
Si observa la estructura de los iones cromato y dicromato uno junto al otro (consulte aquí las estructuras: https://en.wikipedia.org/wiki/Chromate_and_dichromate ), la única diferencia importante entre los dos es que el enlace Cr-O que une los dos iones cromato (al que le falta un oxígeno) es ahora un enlace simple. Esto significa que ese enlace vibrará a una frecuencia más baja y, como la frecuencia y la longitud de onda están inversamente relacionadas, ese enlace absorberá una longitud de onda de luz más larga.
Ahora, ¡a la rueda de colores! Es un hecho químico general (a menudo inexplicable) que el color que vemos es el color complementario de la longitud de onda de la vibración de un enlace. Así, en el caso del ion cromato, vemos el amarillo, y al otro lado del amarillo está la región púrpura. Esto significa que si uno de los enlaces del ión cromato, y por tanto dos de los enlaces del ión dicromato, absorbieran una longitud de onda más larga, como hemos dicho antes, en promedio esperaríamos que se absorbiera algo más largo que el púrpura, como el azul.
El color complementario del azul es el rojo barra naranja, ¡y ése es de hecho el color que vemos en el ion dicromato!
En el centro de todo esto está el principio de que los colores que vemos son aquellas longitudes de onda de luz que de media no son absorbidos por un gran número (del orden del número de Avogadro) de moléculas.
Un enfoque como éste sólo será fiable para moléculas muy similares como las dos que tenemos aquí.