Los algebristas emplean formal (vs. funcional ) porque así se consigue la mayor generalidad. Una vez que se demuestra una identidad en un anillo de polinomios $\rm\ R[x,y,z]\ $ entonces seguirá siendo cierto para todas las especializaciones de $\rm\,x,y,z\,$ en cualquier anillo en el que los coeficientes puedan ser interpretados (conmutativamente), es decir, cualquier anillo que contenga una imagen central de $\rm\,R,\,$ es decir, cualquier $\rm\,R$ -Álgebra. Así podemos demostrar de una vez por todas identidades importantes como el Teorema del Binomio, la regla de Cramer, la fórmula de Vieta, etc. y posteriormente especializar las indeterminaciones según sea necesario para aplicaciones en anillos específicos. Esto nos permite interpretar tales identidades polinómicas en la forma más universal manera teórica del anillo - en la mayor generalidad.
Por ejemplo, cuando resolvemos recurrencias sobre un campo finito $\rm\,\mathbb F = \mathbb F_p\,$ es útil emplear el "álgebra de operadores", trabajando con polinomios característicos sobre $\rm\,\mathbb F,\,$ es decir, elementos del anillo $\rm\,\mathbb F_p[S]\,$ donde $\rm\,S\,$ es el operador de desplazamiento $\rm\ S\ f(n)\, =\, f(n+1).\,$ Estos son no polinomio funciones en $\rm\,\mathbb F_p,\,$ Por ejemplo, en general $\rm\ S^p \ne S\ $ ya que generalmente $\rm\ f(n+p) \ne f(n+1).\,$ Pero cualquier identidad polinómica de $\rm\,\mathbb F[x]\,$ se especializa en esta álgebra de operadores mediante el mapa de evaluación $\rm\,x\mapsto \,S,\,$ por ejemplo, podemos especializar las identidades universales de factorización de polinomios para factorizar el polinomio característico, por ejemplo, la diferencia de cuadrados $\rm\ x^2\! - y^2 = (x\!-\!y)\ (x\!+\!y)\,$ $\,\Rightarrow\,$ $\rm\,S^2\!-\! c^2 = (S\!-\!c)\ (S\!+\! c)\ $ a través de $\rm\,x,y\mapsto S,c,\:$ y podemos especializar las factorizaciones polinómicas ciclotómicas, etc. Esto no sería posible si en su lugar empleáramos el mucho menos general anillo de polinomios funciones en $\rm\,\mathbb F,\,$ ya que sus especializaciones de $\rm\,x\,$ debe satisfacer $\rm\, x^p = x.\,$ De forma similar podemos factorizar los operadores diferenciales (con coeficientes constantes, por conmutatividad)
Un ejemplo sencillo pero llamativo del poder de la universalidad de los polinomios es este prueba de folclore deslizante de la identidad determinante de Sylvester. Emplea matrices "genéricas" (es decir, con entradas indeterminadas) y explota al máximo el hecho de que el determinante tiene forma polinómica. Por lo tanto, para demostrar $\rm\ det\ (I+AB)=det\ (I+BA)\ $ la prueba procede simplemente cancelando $\rm\ det\ A\ $ de la $\rm\ det\ $ de $\rm\ (1+AB)A = A(1+B A).\, $ Porque $\rm\,det\,A\,$ es un no cero polinomio en el dominio $\rm\,\mathbb Z[a_{\large\, ij},b_{\large\, ij}],\, $ es cancelable. Al anularlo universalmente es decir, como polinomio formal en un dominio (frente a la posterioridad como número, posiblemente $0$ después de evaluar las entradas de la matriz indeterminada) eliminamos la "aparente singularidad" cuando $\rm\ det\ A = 0.\,$ Véase también el debate aquí.
Mucha gente tiene problemas para entender por qué esta prueba no divide por cero. El problema parece provenir de una aparente dificultad para olvidar la visión analítica de un determinante como un polinomio función por lo que se puede considerar de forma más general como formal polinomio en las entradas de la matriz. Parece que el sesgo analítico es tan fuerte que a algunas personas les resulta difícil cambiar al punto de vista algebraico formal. Me sorprendió observar que incluso algunas personas que han realizado cursos de álgebra de posgrado tenían grandes dificultades para creer en la validez de una prueba algebraica formal de este tipo, pensando en cambio que hay que recurrir a argumentos alternativos que emplean nociones topológicas (densidad). De forma análoga, se pueden encontrar artículos (más antiguos) publicados por distinguidos matemáticos que discuten la validez de las pruebas que utilizan series de potencias formales (G. C. Rota a menudo bromeaba sobre ello).
Para dominar el álgebra abstracta es crucial desarrollar un poderoso sentido de la abstracción. Esto permite aprovechar muchas analogías poderosas, por ejemplo, ver las "funciones" como "números" o viceversa. De hecho, la interacción entre los campos de números y los campos de funciones es la fuente de muchas ideas fructíferas en el álgebra y la teoría de números.