Tal vez esté proyectando (estoy a punto de dedicar unas horas a escribir un artículo, y espero hacerlo muy accesible sin dejar de ser atractivo, pero todavía estoy luchando con la fase de planificación), pero detecto un indicio de algo que podría dar lugar a una mala charla. Ese algo puede manifestarse de varias maneras, pero lo expresaré en términos de gestión de objetivos.
Algunas charlas adolecen de no conseguir (por la razón que sea) el objetivo de interesar al público. Una de las causas es que el orador está interesado en hablar consigo mismo, para asegurarse de que lo que dice es cierto e interesante para él. Sospecho, por tu comentario sobre la honestidad intelectual, que intentas evitar éste o un escollo similar, el de estar tan familiarizado con tu mundo que puedes ser un mal guía y aún peor vendedor o agente de viajes para convencer a otros de que se unan a tu mundo.
Algunas charlas adolecen de no lograr (por la razón que sea) el objetivo de comunicar eficazmente conocimientos, o ideas, o emociones, a la audiencia. Una trampa obvia es intentar incluir demasiados detalles, mientras que una trampa menos obvia es mostrar entusiasmo por algo y no dejar claro al público por qué estás emocionado y por qué ellos también deberían estarlo.
Hay otros objetivos que podrían mencionarse, así como técnicas para ayudar a alcanzarlos. Aunque en tu post dices lo que quieres hacer, me da la sensación de que estás asumiendo demasiadas cosas al hablar de la investigación matemática en general, y que acabarás con tantos objetivos por alcanzar que puedes quedar decepcionado. Si hablaras de la investigación matemática en un área específica, podrías contrastar varios modos de investigación diferentes y dar a un miembro de la audiencia una idea de cómo podría utilizar uno o más de esos modos.
Por ejemplo (y estoy siendo inventivo aquí para hacer un punto) tome los esfuerzos en la teoría de números. Hay personas que juegan con los símbolos en el papel para intentar encontrar nuevas igualdades, desigualdades u otras relaciones entre objetos. Hay quien adoptará un punto de vista algebraico general y tratará de plantear el problema utilizando diferentes sistemas algebraicos para obtener ideas. Algunos utilizarán métodos analíticos como el cálculo para saber a qué velocidad crecen las funciones o qué tan buena es la estimación de una cantidad que pueden hacer. Algunos podrían utilizar métodos probabilísticos para demostrar la existencia de un número con ciertas propiedades. Otros podrían emplear una intuición geométrica para hacerse con esas relaciones. Se escribirán y ejecutarán programas informáticos, no para demostrar cosas, sino para aportar pruebas a favor o en contra de alguna conjetura. Algunos investigadores peinarán la literatura, tratando de encontrar artículos relacionados y ensamblar las piezas como una obra de arte para crear un nuevo resultado, o aclarar uno antiguo. Otros revisan la literatura y aportan nuevas pruebas en un intento de mejorar su propia comprensión de lo que estudian. (Obsérvese la rapidez con la que generalizo a actividades que son comunes a muchas ciencias, y aún no he mencionado ninguna idea específica de la teoría geométrica de los números o de la teoría algebraica de los números o de la teoría analítica de los números, aunque las diferentes perspectivas indican por qué hay al menos tres ramas principales sólo en ese campo).
Se puede hablar de todo lo anterior, pero si faltan la emoción y el componente emocional del descubrimiento, del ensayo y el fracaso repetidos y del éxito ocasional, gran parte del público se preguntará por qué está allí. Además, si se trata de algo que no le apasiona, le resultará difícil transmitir esa pasión y emoción al público, lo que creo que es la clave del éxito de una charla. Lo mejor es que te asegures de estar muy interesado en lo que vas a decir, y no intentes forzarlo para llenar el aire de palabras.
Busque algunas charlas que le parezcan un buen modelo y tome prestadas ideas de ellas; del mismo modo, recuérdese lo que debe hacer y no hacer de las charlas que no son tan buenos modelos. Si le preocupa que el público entienda, utilice la analogía común de forma honesta y libre (por ejemplo, "Fue como golpear 3 bajo par", o "Este enfoque olía tan bien, que era como estar en la cocina de mamá"). Si le preocupa que el público se aburra, despiértelo de vez en cuando (quizá con algún chiste raro, o un "¡Bam! ¡El ejemplo echó por tierra esa conjetura!", pero utilícelo con moderación).
Cuanto más reflexiono sobre ello, más similitudes encuentro entre tu situación y el guion de un documental científico de una hora. Si sigues necesitando consejos o sugerencias, piensa en cómo la banda sonora de un documental de este tipo contribuye a la presentación, y qué puedes utilizar de los enfoques que adoptan (repetición, enfoque, edición, división de la historia en dos vías para crear tensión, etc.).
Suficiente palabrería; espero que le resulte útil. Buena suerte.
Gerhard "Volviendo a la gestión de objetivos" Paseman, 2012.08.07