En el electromagnetismo hay cargas positivas y negativas. De ahí que la fuerza debida a las cargas eléctricas pueda ser atractiva o repulsiva. La gravedad, tratada como un campo de fuerzas clásico, sólo puede ser atractiva, no hay dos tipos de "carga gravitatoria".
Esto significa que, en el electromagnetismo, un medio determinado puede contener cargas positivas y negativas que pueden separarse mediante la aplicación de un campo eléctrico, un proceso denominado polarización. La separación de las cargas eléctricas produce un campo eléctrico que, sumado al campo eléctrico aplicado, da lugar a un campo eléctrico neto diferente en el medio y, por tanto, a una fuerza diferente que actúa sobre una carga de prueba en el medio.
Dado que sólo existe un tipo de "carga gravitatoria", este fenómeno no se produce al aplicar un campo gravitatorio.