La interfaz i2C sólo sirve para configurar los parámetros del sensor de imagen. Los datos de la imagen se envían a través de la interfaz paralela de la cámara (llamada CAMIF), que consiste en un bus de datos paralelo de 8 a 12 bits, además de señales de sincronización horizontal y vertical y un reloj de píxeles. El reloj de píxeles suele funcionar a 50-100 MHz, dependiendo de la resolución y la velocidad de fotogramas, por lo que el microcontrolador deberá contar con un módulo CAMIF de hardware para gestionar la sincronización. Muchos procesadores Cortex-M4 y Cortex-A de gama alta de ST, Freescale y TI tienen el hardware necesario para ello. Obviamente, una FPGA/CPLD también podría realizar esta funcionalidad.
También necesitarás bastante memoria libre para guardar los fotogramas que tomes del sensor de imagen: una imagen de 2048 x 1536, en RGB888, requerirá unos 9,6 megabytes.