Supongamos que tenemos un material que tiene un índice de refracción muy, muy alto, digamos 30-50. El ángulo crítico para este material sería muy pequeño (1,5-2 grados). ¿Será dicho objeto siquiera visible, dado que la mayor parte de la luz que entra en él no podría volver a salir, al menos hasta unos cuantos miles de reflejos? ¿Alguien puede imaginar/describir el aspecto que tendría realmente?
Respuesta
¿Demasiados anuncios?Lo que hace que el diamante sea tan atractivo (al menos para algunos que se han dejado llevar por la moda del marketing creada por el cártel de Beers) no es sólo el índice de refracción, sino la dispersión (también conocida como "fuego"), que es una de las más altas de todas las piedras preciosas. También es importante para la calidad de un diamante que sea lo más translúcido posible, especialmente para las piedras más grandes, y la talla es de extrema importancia. Una piedra mal cortada, con ángulos de facetas incorrectos, no produce el brillo que se considera un criterio de calidad necesario. En otras palabras: un diamante de joyería es más que sus propiedades materiales, es también un sistema óptico optimizado.
En consecuencia, para su material hipotético sería importante tener una absorción extremadamente baja, ya que, de lo contrario, saldría poca o ninguna luz. No sé cómo funcionaría la dispersión y cómo tendría que ser el "corte" ideal. En todo caso, parece un problema óptico no trivial.