El poder de oxidación, es decir, la capacidad de aceptar eelectrones de cualquier elemento, depende de su entalpía de ganancia de electrones, así como de otros dos factores:
1) Energía de hidratación: cuanto mayor sea, mejor, lo que significa básicamente que las moléculas de agua superan fácilmente las fuerzas de atracción en las partículas de soluto para romper los enlaces químicos y que la separación fácil de las moléculas de disolvente para acomodar el soluto se produce en una solución y que la formación de nuevas interacciones atractivas entre las partículas de soluto y de disolvente no es tan común.
Rem: la suma de delta H 1, 2 y 3 es la entalpía global del proceso de disolución. Recuerda también que H1, H2 son positivos, H3 son negativos: lee esto si lo has olvidado.
Debido a su pequeño tamaño, la energía de hidratación del flúor es muy alta.
2) Entalpía de disociación (es decir, energía de disociación del enlace): cuanto más baja, mejor
El fluoruro tiene una mayor repulsión electrón-electrón entre los pares solitarios en la molécula de F2 de pequeño tamaño, donde están mucho más cerca entre sí que en el caso del Cl2, por lo que la entalpía de disociación del F2 es menor que la del Cl2.
Estos dos resultados hacen que el flúor tenga un potencial de electrodo positivo mayor que el cloro, lo que resulta en un mayor poder de oxidación para el F2.