La continuidad es una propiedad local que significa que si dos funciones coinciden en la vecindad de un punto, si una de ellas es continua en ese punto, también lo es la otra.
En este caso tienes una función que es la unión de dos funciones continuas sobre dos intervalos cuyos cierres no se cruzan. Entonces la función es continua, porque en la vecindad de cada punto del intervalo $[0,1]$ la función coincide con $x+2$ que sabes que es continua y en la vecindad de cualquier punto de $[2,3]$ la función coincide con $x-2$ que sabes que es continua.
Al hacer el unión de dos funciones hay que comprobar que el límite de las dos funciones es el mismo en los puntos que son puntos de acumulación de los dominios de ambas funciones. En este caso los dominios son cerrados (por lo que contienen todos los puntos de acumulación) y no tienen intersección. Así que no hay que comprobar ningún límite.