Las estaciones en la tierra son causadas por la rotación de la tierra alrededor del sol además de la inclinación del eje de la tierra. Esto hace que el ángulo de incidencia de la luz solar sea menor en invierno y mayor en verano.
Ahora, la inclinación del eje de la tierra es bastante constante. Pero si ese eje se desplazara de alguna manera extraña, se podría tener cualquier estación en cualquier momento. Así, para que un verano dure varios años, el eje tendría que desplazarse de manera que la luz que incide en un hemisferio determinado se mantenga en un ángulo elevado.
Sin embargo, incluso definir un año podría ser difícil en un planeta así. En la Tierra, consideramos que un año es el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta al Sol. Pero no es así como lo medían las antiguas civilizaciones. Se fijaban en la altura del sol en el cenit y observaban que había un día en el que el sol estaba más alto, y un día en el que el sol estaba más bajo, y estos son el solsticio de verano y de invierno, respectivamente. Con el ángulo del eje de la Tierra fijo, el lapso de tiempo entre un solsticio de verano y el siguiente es el mismo que el tiempo que tarda la Tierra en dar una vuelta completa al sol, pero en nuestro sistema planetario imaginario, estos dos movimientos ya no estarían relacionados. Pero con el movimiento aleatorio del eje, podría ser imposible saber cuándo se completa un círculo alrededor del sol...