Una caída de tensión es un descenso de la tensión de alimentación, no hasta cero, pero muy por debajo del mínimo nominal.
En el caso de los componentes electrónicos (especialmente chips complejos como los microcontroladores), una caída de tensión es un nivel de tensión entre el mínimo necesario para un funcionamiento normal y el nivel en el que el chip no funciona. En esta peligrosa zona intermedia puede ocurrir "cualquier cosa". La mayoría de las hojas de datos especifican una duración máxima para la subida desde un nivel muy bajo (digamos 0,8 V para un chip de 5 V) hasta el nivel operativo mínimo.
En las aplicaciones industriales, "puede pasar cualquier cosa" no suele ser una situación aceptable. (Imagínese la explosión de reactores químicos, etc.) De ahí la necesidad de chips de reinicio por caída de tensión, chips reguladores de potencia con salida "power-good", secuenciación controlada de las líneas de alimentación, etc.