El método más fácil para comprobarlo es simplemente medir la resistencia del cable que piensas utilizar. La pérdida de potencia en el cable se calcula fácilmente a partir de la resistencia medida y la corriente que se utilizará.
Suponiendo que su consumo de energía es de 7 vatios a 5V, podemos calcular cuánta corriente implica:
$$I = \frac P V = \frac 7 5 = 1.4A$$
A continuación, podemos calcular la pérdida de potencia en función de la resistencia:
$$P_\mathrm{loss} = I^2R = 1.4^2R$$
A continuación, puedes convertir esto en un porcentaje de eficiencia dividiendo tu potencia de pérdida por tu potencia total:
$$\mathrm{Efficiency} = \frac {P_\mathrm{loss}} {P_\mathrm{total}} \times 100$$
En este caso la potencia total es la suma de la potencia de la carga (7W) y la potencia de las pérdidas.
Ahora, para la opción del regulador, hay que tener en cuenta que se trata de las eficiencias de ambos reguladores, por lo que debemos considerar el producto de ambos:
$$\mathrm{Total\space efficiency} = \mathrm{Boost\space efficiency} \times \mathrm{Buck\space efficiency}$$
Una estimación razonable de la eficiencia del regulador DC-DC es del 80-90%.
Comparando las dos eficiencias se puede ver exactamente qué solución tiene la mejor eficiencia. Para las distancias cortas, apostaría por el uso del cable.
Pero la eficiencia no es la única consideración. Aunque la solución de sólo cable es probablemente más barata y más eficiente, habrá una caída de tensión a través de ese cable proporcional a la corriente:
$$\Delta V = I \times {R_\mathrm{wire}}$$
Hemos calculado que la corriente es de 1,4 A, así que utilizando la resistencia del cable que has medido puedes calcular la caída de tensión que habrá. Entonces puedes aumentar la tensión de entrada en esa cantidad para anular la caída. Por ejemplo, si la resistencia del cable mide 0,2Ω, la caída es de 1,4*0,2=0,28V. Asumiendo que quieres 5V en el extremo de carga del cable, querrás 5,28V en la entrada.