Los contenedores de metales como el cobre, el acero o el aluminio funcionan bien como jaula de Faraday para apantallar las ondas electromagnéticas de una amplia gama. Pero si nos vamos al extremo de las radiaciones de muy alta energía (como los rayos gamma), estos contenedores utilizados no pueden impedir que los rayos penetren en su interior.
Respuesta
¿Demasiados anuncios?La respuesta puede entenderse con un modelo clásico muy sencillo de un metal que es un plasma neutro de electrones básicamente libres e iones atómicos inmóviles con carga positiva. A bajas frecuencias (radio y microondas) los electrones siguen el campo eléctrico oscilante de las ondas em y disipan la energía mediante colisiones con los fonones, atenuando así la penetración de las ondas. A frecuencias más altas, los electrones ya no pueden seguir el campo eléctrico y las colisiones se vuelven ineficaces. Por encima de una frecuencia crítica llamada frecuencia de plasma, que depende de la concentración de electrones (alrededor de 10^23 cm-3 en los metales), los metales se vuelven prácticamente transparentes a las ondas electromagnéticas. En los metales comunes esto ocurre en el rango ultravioleta del espectro óptico. Por lo tanto, las radiaciones electromagnéticas de alta energía, como los rayos X y gamma, no están protegidas por las jaulas metálicas de Faraday.