El sonido es una onda de presión y velocidad en un medio fluido, es decir, el aire. Las moléculas de aire se mueven de un lado a otro y chocan con otras moléculas de aire, que también se mueven, por lo que hay toda una cadena de moléculas de aire que se mueven.
El motor a reacción mueve MUCHO las moléculas de aire, de ahí que sea extremadamente ruidoso. A medida que el sonido se aleja del motor a reacción, la energía se dispersa en un área cada vez mayor, por lo que el nivel de presión sonora disminuye. La presión se reduce a la mitad cada vez que se duplica la distancia. Es decir, 6 dB por duplicación de la distancia o 20 dB por década. Si son 120 dB a 10 metros, siguen siendo 100 dB a 100 m, 80 dB a 1 km y 60 dB a 10 km. Por eso se oye fácilmente en el suelo.
No hay ninguna forma fácil de que el sonido entre en la cabina, ya que ésta es hermética y está totalmente sellada. Las moléculas de aire del exterior pueden agitarse como locas, pero a las del interior les da igual.
Sigue siendo bastante ruidoso en la cabina, pero eso se debe a la transmisión mecánica del sonido a través de las alas y el fuselaje. La vibración del motor a reacción agita las alas, que a su vez agitan el fuselaje, que a su vez agita los paneles, que a su vez agitan las moléculas de aire dentro de la cabina, que a su vez agitan el tímpano. Los aviones están cuidadosamente diseñados para minimizar la transmisión, pero la cantidad de energía del motor a reacción es enorme, así que incluso si se elimina el 99,999% de la energía, sigue siendo bastante ruidosa y llegar al 99,9999% o al 99,99999% es difícil y muy caro.
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Los motores de los aviones apuntan lejos de la cabina...
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Este artículo tiene algunas buenas ideas. Parece que la respuesta está en la ingeniería tradicional, más que en algún principio de la física.
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Por cierto, el fenómeno se conoce como "atenuación".