Los fonones tienen diferentes modos de excitación. Un tipo de excitación se llama fonón acústico. Este tipo de fonón tiene una relación de dispersión como $\omega= ck$ para k pequeño, donde c es la velocidad del sonido.
El fonón óptico, sin embargo, tiene una relación de dispersión diferente, donde $\omega\to\text{(constante distinta de cero)}$ conforme $k\to0$. En un fonón óptico, átomos vecinos se mueven en direcciones opuestas. En un cristal iónico, dado que los átomos vecinos tienen cargas opuestas, este es un dipolo oscilante con el que la radiación puede interactuar. Resulta que los fonones ópticos de longitud de onda grande (k pequeño, es decir, número de onda pequeño) tienen energías similares a la radiación infrarroja, por lo que pueden absorber luz. Es decir, la luz puede excitar fonones ópticos.
Los fonones acústicos tienen energías/frecuencias muy pequeñas (en relación a la luz) para longitudes de onda grandes (números de onda pequeños) ya que $\omega\propto k$ para k pequeño, por lo que no tienen un acoplamiento fuerte con la luz. Además, (genéricamente) no establecen un dipolo oscilante como los fonones ópticos.
Ver también la Figura 22.10 de Ashcroft & Mermin.