A corto plazo, el chapoteo del agua al soltar la botella de forma no del todo limpia será el efecto dominante. A largo plazo, dado que no se tiene en cuenta la resistencia del aire, y si suponemos que la botella no gira de ninguna manera, la tensión superficial será la dominante.
Diferentes interfaces de materiales tienen diferentes energías, y en ausencia de otras fuerzas esas energías tratarán de minimizarse. Por ejemplo, si todo lo demás es igual, el agua y el aire se reorganizarán para que la interfaz aire/agua sea lo más pequeña posible. Dependiendo del plástico (y de su humectabilidad), la interfaz plástico/aire o plástico/agua también puede minimizarse en mayor o menor medida. (Tomé el curso 3.091, "Introducción a la Química del Estado Sólido", del profesor August Witt en el MIT en 1980; ¡qué profesor tan impresionante!)
Por ejemplo, si el plástico es extremadamente hidrofóbico, la interfaz agua/plástico se reducirá al mínimo y acabará habiendo una gran bola de agua flotando en el centro de la botella. O, si el plástico es extremadamente hidrófilo, acabará habiendo una gran bola de aire flotando en el centro de la botella.