Las pistas no son lisas y planas. Siempre habrá ligeros desajustes entre los tramos de vía vecinos. La suspensión no sólo sirve para que la conducción sea cómoda, sino también para proteger el chasis del coche de los enormes impulsos que se producen incluso en los pequeños baches: de lo contrario, los repetidos impulsos desgastarían la estructura y provocarían rápidamente grietas por tensión.
El sonido "clickety-clack" del tren que se escucha son estos pequeños golpes impulsivos cuando las ruedas ruedan sobre las juntas. Son tan impulsivos y de tan pequeña amplitud que casi cualquier estructura grande, como un vagón, los absorbería de manera que apenas se podrían sentir en el asiento, incluso sin suspensión. Pero son muy perjudiciales para el bastidor, por lo que su impulso se reduce permitiendo que las ruedas se muevan independientemente del bastidor sobre muelles.